Tras un largo proceso de selección, el Davis Museum fue el primer encargo fuera de España y fue recibido con inmensa alegría ya que, habiendo decidido volver a Madrid tras la experiencia de cinco años como chairman en Harvard, este proyecto iba a permitir al arquitecto seguir en contacto con un país cuya cultura tanto le atraía e intrigaba. El encargo, por otra parte, cabía entenderlo como ampliación de un edificio que siempre había interesado a Rafael Moneo desde los días en que estudiaba en la ETSAM, el Jewett Art Center, obra del arquitecto Paul Rudolph. Se trataba de construir un museo para albergar la colección de una universidad, un college. El museo, por tanto, concebido como depósito de material pedagógico y no sólo como un santuario. Pero las colecciones de arte de Wellesley –una de las primeras universidades exclusivamente para mujeres, que siempre ha tenido a gala la lealtad de sus antiguas alumnas– hay que verlas como muestra de la devoción que tienen por la institución quienes en ella se educaron. Pedagogía y devoción a un tiempo. ¿Era posible reflejar esta duplicidad en una obra de arquitectura? Siempre estuvo claro que el museo de Wellesley debería poder compararse a un cofre que contuviese todos aquellos tesoros que las antiguas alumnas habían depositado en él. Y que el contenido de aquel cofre debería percibirse de una sola vez. Resolver esta doble misión es lo que pretende el edificio, en el que un complejo sistema de escaleras da pie a un movimiento ascensional que lleva del arte contemporáneo a las obras primeras, tanto del arte occidental –tradición grecorromana– como de otras culturas, entre las cuales tienen especial relevancia las precolombinas.
Wellesley, Massachusetts. USA
Wellesley College
Museo
Rafael Moneo
Payette Associates/Scott Payette (Arquitecto Asociado)
Victoria Kiechel (Colaborador)
Estructura: Le Messurier Consultants, Inc.
Iluminación: Fisher and Marantz
Instalaciones: John Altieri Consulting Engineers
Acustica: Acentech Incorporated
Richard White Sons
17.000.000 €
5670 m2
